Escoger un tipo de letra o fuente ya sea para un logotipo, diseño web o campañas de publicidad, puede resultar complejo. Mayormente porque si escogemos la equivocada tal vez nuestra imagen o el contexto del contenido pueda dar una sensación completamente distinta a la intencionada que realmente tenemos.
Antes de comenzar a explicar los tipos de fuentes más comunes y sus usos, vamos a definir qué son: «Las fuentes o tipos de letras son un conjunto de caracteres alfanuméricos que se diferencian por su diseño». Una vez conocido esto vamos con las más frecuentes.
Helvética: originada en los años 50 y popularizada en las décadas anteriores, ya es todo un clásico de este campo. Se siguen empleando en muchos logotipos y contenido, ya que no carga visualmente y es muy polivalente. No obstante, tal vez no sea la alternativa más acertada para aquellos que buscan dar una imagen más creativa.
Bodoni: posiblemente una de las más antiguas que existen aún en uso. Creada a finales del siglo XX, se basa en la escritura romana para dar una sensación clásica. Es muy empleada en contenidos históricos o relacionados.
Arial: no hacen falta presentaciones, Arial se popularizó con Windows y se ha convertido en el estándar actual. Es seria, por lo que úsala para documentos oficiales, comunicados, tal vez artículos. Lo bueno es que es fácilmente legible y encaja con casi todo, lo malo, resta personalidad a tu contenido.
Avant Garde: el modernismo dentro de lo clásico, unos pequeños retoques añadiendo curvas para dar una visión más orgánica y actualizada hicieron de esta fuente la escogida por marcas como Adidas, por su versatilidad y ser un resultado atemporal.
Una vez conocido el terreno clásico, que encajan bien en casi todos los ámbitos, vamos a conocer las tendencias que encontrarás durante este 2020.
Serifas: imita el aspecto de las letras en manuscritos antiguos, lo que da un carácter menos informatizado y original.
Cooper Black: lo retro casi siempre está de moda por paradójico que parezca y fuentes muy conocidas como Cooper Black pueden ayudarte a conseguir ese acabado de los 60/70 que tan bien encaja actualmente.
Neogrotescas: unir lo clásico y moderno no siempre es fácil. Esta fuente es seria y muy legible pero sin perder el toque actualizado que muchas veces se requiere de las fuentes clásicas.
Siempre queda la opción de que te hagan tu propia fuente a medida, buscando plasmar tu propia imagen y valores, creando una seña de identidad.
Si quieres que estudiemos qué fuente o fuentes son ideales para tu marca o campañas, no dudes en contactar con nosotros para que estudiemos tu caso de la forma más profesional y pongamos a tu disposición las mejores opciones. Para el desarrollo de tu marca cuenta con BeBrand.